Es un
buen augurio el reporte emitido por el Departamento de Trabajo de los Estados
Unidos de Norteamérica, que apareciera en los diarios de aquella nación, en el
sentido de que en el mes de noviembre del 2011, la tasa de desempleo de aquel
país decayera de 9.1% a 8.6% con la inserción de 120,000.00 nuevos puestos de
trabajo, siendo este el más bajo índice de desempleos verificado desde hace dos
años y medio, en la aún más grande economía del mundo.
Desde
el mes de abril del 2011, hemos estado observando como la tasa de desempleo ha
estado decreciendo en los Estados Unidos, bajando por primera vez del índice del
9% en este año. Como muestra, sólo en los últimos tres meses, esta economía ha
incorporado cerca de 300,000.00 nuevos puestos de trabajo, lo que dice mucho
del programa de estimulo de creación de plazas laborales erigidas por la
administración del presidente Barack Obama.
El
factor preponderante que ha impulsado la estimulación laboral es el haberse
motivado el acceso a los préstamos bancarios, normalizándose sectores como
ventas al detalle, la ventas de vehículos y con ello el resurgimiento de muchas
pequeñas empresas que operan de manera trascendental en la disminución del
desempleo. Se estima que el sector de las Pymes emplean la mitad de la fuerza
laboral en los Estados Unidos.
Con cerca de trece millones de
desempleados, el sector público, tanto a nivel local como federal, afrontan
graves debilidades en cuanto no poder exponer una política de creación de plazas
laborales que propendan a disminuir la tasa de desempleo en los Estados Unidos
de Norteamérica.
Los
economistas norteamericanos están consientes que de la forma en que se manejen
las economías tanto asiáticas como las europeas dependerá que siga creciendo su
propia economía. Entienden que cualquier fracaso producido bien por un evento
inesperado como el ocurrido por el terremoto en Japón bien por cambios dramáticos
en el precio del petróleo a nivel mundial, son factores que gravitan de manera
decisiva en su propia economía.
Mientras
se mantiene en forma inquietante la suerte de cómo derivarán las economías de
Grecia y de Italia, las que de continuar el cuadro actualmente visible,
arrojaría de manera irremediable a Europa a una recesión, también se llevaría
de encuentro la leve pero sensible recuperación que está mostrando tener la
economía norteamericana con la creación de los puestos de trabajos mencionados,
los que provocaran un aumento en la producción de bienes y servicios, factores
esenciales para el reordenamiento de las economías afectadas tras la crisis
financiera mundial.
Las
políticas de creación de plazas de empleos que han sido preparadas por las autoridades
norteamericanas, dirigida por la Secretaria del Trabajo Hilda L. Solis, deben
ser imitadas por las autoridades de las demás naciones del mundo, como lo ha
hecho el gobierno haitiano presidido por Michel Martelli, quien ha dicho que en
los próximos cuatro años creará quinientos mil nuevos empleos. En este sentido,
recientemente el ex presidente Bill Clinton, auspicio una feria de
inversionistas de donde se logró la intención de veintiocho empresas de
diferentes países para invertir en nuestro hermano país.
Se
cifra en unos 600,000.00 a un 1,000.000.00 de nuevos empleos los que el gobierno
norteamericano aspira insertar en su mercado laboral, lo cual, de lograrlo
sustentaría la reelección del actual régimen gubernamental encabezado por el
Presidente Barack Obama y mejoraría de manera importante la crisis que aun
afecta a aquella gran economía.
Salomón Ureña Beltre.
Abogado.
salomonbeltre@gmail.com
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