"Desde el Espejo" de Wendy Martinez

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Sentimos que la vida nos sonríe cada vez que logramos alcanzar las metas que nos proponemos, lo que entendemos es reconocimiento al sacrificio hecho, transformándose este en un sentimiento que reproduce la mayor satisfacción que pueda registrar todo ser humano.

Así nos hemos sentido en ocasión de participar el pasado día jueves 25 de noviembre del 2010, cuando asistimos al auditorium de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM), a la puesta en circulación de la obra “Desde el Espejo” de la autoría de nuestra por siempre y hasta siempre admirada compañera de clases de universidad, la muy ejemplar mujer y magistrada de la nación, la licenciada Wendy S. Martínez Mejía.

Cuánta euforia se despliega en nuestro ser al experimentar como Wendy se reitera excelente vate, domadora de las palabras hasta llevarlas a expresar con exquisita finura, galantes, belleza y ternura, la excelsitud de la mujer, y allí resaltar por demás, su entereza y gran valentía, dejando traducir su ineluctable dignidad, elevando al más alto nivel el sentido de la retórica para expresar los sentimientos que irradia producto de su sensibilidad social y humana.

Ella que goza de una recia formación familiar, madre de reciedumbre y amiga sin igual, nos preña de una dulzura sin parangón al dejarse ver en su más elemental sencillez en cada uno de los versos en que supo componer a “Desde el espejo”.

Notar como la vida de esta mujer se refleja “Desde el espejo”, es valorar en una mejor dimensión, entre otro, del espectáculo amatorio, la entrega sin reservas,  la expectación de lo divino.

Wendy que siempre demostró por las dotes formativas y por la templanza que la han caracterizado, por su inigualable inteligencia, la que se constituye como de las más prístina por nos nunca conocida, que al dar a la luz una obra literaria, lo haría para llenar todas las expectativas; y en efecto, lo ha logrado, haciéndolo de una manera que ha fecundado en las palabras y como con ellas, traducido sus más nobles y profundos sentimientos, dejándonos “boquiaviertos” en la medida que avanzamos en la lectura de “Desde el Espejo”.

A la autora la respaldan las experiencias acumuladas fruto de su larga trayectoria en la judicatura nacional, las cuales le han proporcionado algunas de las materias primas necesarias para producir su más reciente obra; ella se ha refugiado además, según se observa, en la grata experiencia vivida por si misma, logrando con ello cosechar un producto poético que viene a engalanar la literatura nacional.

Es incuestionable el hecho que la magia sentimental envuelve a la autora, la somete a principios terrenales por el cual transitamos todos aquellos que de alguna manera nos gusta congraciarnos en la plenitud del buen vivir, ella nos lleva a recordar, cuando no, a ser parte de la dulzura y del placer al cual nos conduce el más noble de todos los sentimientos -el amor-.

Nos complace haber formado parte del público que allí se dio presencia, de saber que desde las entrañas de nuestra dilecta amiga se ha parido un nuevo y eterno hijo, el que habrá de ser el conducto a través del cual, la autora reproduzca muchos otros descendientes literarios.

Auguramos éxitos y reconocimientos importantes a la obra y a la hoy ya poetiza nacional Wendy Martínez Mejía.


Salomón Ureña Beltre.
Abogado.
salomonbeltre@me.com

La Educación en la República Dominicana.

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La exclusión de los seres humanos por cualquier causa de discriminación, está impedida por mandato imperativo de las leyes que nos gobiernan, sin embargo, la realidad no está acorde con los postulados normativos que rigen nuestra sociedad.

Los estamentos estructurales bajo los cuales opera el sistema están estrechamente ligados a cierta cantidad de poder, prestigios o privilegios. Son los denominados estratos sociales, los que a su vez se constituyen bajo el sustento de la instrucción educativa a que tienen acceso sus entes.

En nuestra vida republicana, los dominicanos hemos tenido gobiernos de muy diversas modalidades, coexistiendo entre ellos una corriente de similar comportamiento que evidencia una muy marcada falta de interés para destinar los recursos que requiere la sociedad para ser invertidos en la formación educativa de sus integrantes.

Es una verdad de perogrullo que son excepcionales las muestras lustrosas que ha originado la educación estatal nuestra, los entes que han sobresalido provenientes del sistema de educación formal, no le deben a este haberse destacado, en la mayoría de los casos, es atribuible al esfuerzo individual cualquier laudo merecido.

En la conciencia de muchos se insta a analizar sobre qué sería de este nuestros país si hubiere una política donde prime el cuidado por la educación, cuán avanzados estuviéramos en las diversas áreas de las que hoy adolecemos serias precariedades, y cuántos otros aportes adicionales estuviéramos haciendo a nivel internacional con representantes de la valía, por ejemplo, de lo que fuera nuestro Pedro Henríquez Ureña.

Los más importantes acontecimientos históricos de nuestro país han estado promovidos y protagonizados por ciudadanos que han sustentado en la educación el amor a la patria, de esta manera, quién no pronto se avecina a reconocer que las etapas donde ha habido entre nosotros mayor desarrollo y crecimiento en diversos ordenes, ha ocurrido cuando hemos sido gobernados por aquellos que han tenido una cierta cuidada educación.

De igual manera, son muchos los frenos que se han impuestos algunos gobernantes, gracias a las incidencias de gobernados que por su formación educativa no han tolerado la incursión descabellada del poder en asuntos indebidos.

De hecho, por la formación educativa y la gran sensibilidad humana que logró Juan Pablo Duarte, nuestro padre de la patria, se pudo airear el movimiento independentista que atrajo lo que hoy conocemos como República Dominicana.

Nuestra independencia nacional se apoyó en los esfuerzos realizados por hombres y mujeres que afianzaron en la educación sus temperamentos. Así quedó conformada la sociedad secreta La Trinitaria, la que además de estar conformada en mayor parte, por verdaderos intelectuales, esta fundamentó en los recursos que la intelectualidad proporcionaba todo su accionar, ejemplo de ello lo observamos en las actividades teatrales que se escenificaban con el propósito de enviar de manera soterrada los mensajes independentistas a la colectividad.

Salomón Ureña B E L T R E.
Abogado.
salomonbeltre@me.com










Tribunal Competente para Conocer Demanda de Divorcio entre Extranjeros

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Un matrimonio constituido por esposos extranjeros sin residencia establecida en nuestro país que desee realizar en la República Dominicana, la disolución de su vínculo matrimonial, debe hacerlo por mutuo consentimiento.

Las leyes nacionales facultan a nuestros tribunales a instruir todo procedimiento no contencioso de divorcio incoado por pareja de esposo de nacionalidad y domicilio extraño al nuestro,  pudiendo estos tribunales evacuar sentencias que les sean oponibles a los conjugues, pero para ello, se hace necesario que dichas instancias jurisdiccionales reciban previamente la competencia, la cual le puede ser derivada por el simple consentimiento de los esposos expresado en las estipulaciones y convenciones acordadas ante notario.

Es pues improcedente que cualquier tribunal nacional se avoque a conocer de una demanda de divorcio por incompatibilidad de caracteres sin antes dicha instancia haya verificado que el demandado tenga domicilio conocido en la República Dominicana, durante la existencia del referido vinculo matrimonial, por lo menos.

Nuestras leyes de procedimientos demarcan de manera estricta el ámbito de competencia para que nuestros tribunales conozcan de los asuntos relacionados con las demandas de divorcios, bien que haya o no involucrado un nacional dominicano ora que ambos sean extranjeros.

No existe casuística posible que viabilice apoderamiento de nuestras jurisdicciones de derecho común para conocer de una demanda de divorcio, cuando el mismo lo es contencioso, sin que el esposo demandado haya por lo menos atribuido competencia a los tribunales nacionales. Esto es para el caso en que ambos conjugues sean extranjeros.

De manera que si no existen las condiciones mínimas de apoderamiento, nuestros tribunales resultarían absolutamente incompetentes para conocer de toda demanda de divorcio de un matrimonio conformado por esposos de nacionalidad extranjera.

Nuestra jurisprudencia ha reiterado en numerosas ocasiones que las reglas de competencia, comportan un carácter de orden público, lo que implica que las mismas no pueden ser derogadas por los intereses privados.

La competencia territorial está determinada por el domicilio del demandado, B.J. Sentencia No. 18, 12 de febrero del 2004.

El esposo contra quien se haya pronunciado un divorcio habiéndose apoderado una jurisdicción incompetente, disfruta, en nuestro país de un plazo de dos años a partir del pronunciamiento de la misma para demandar la  nulidad del procedimiento que la motivó.

El celo que guardan las leyes nacionales al respecto no es exclusiva de nuestra legislación, de acuerdo a   disposiciones de procedimientos de otros países como es el caso de Bolivia, su Código de Familia prescribe en su artículo 387 que: “los únicos que están facultados para conocer y dictaminar sobre casos de divorcio son los Jueces de Familia del último lugar de domicilio de la pareja, o del último lugar de domicilio del demandado. Nadie más puede expedirse en esta causa”.

Salomón Ureña Beltre.
Abogado.
809 353 5353
salomonbeltre@gmail.com

Corporación de Empresas Eléctricas Estatales (CDEEE).

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El ex presidente de la República, el fallecido Doctor Joaquín Balaguer en el año 1990, hubo de tomar las riendas del sector eléctrico auto proclamándose como presidente del Consejo de Directores de la ex Corporación Dominicana de Electricidad (CDE), hoy Corporación de Empresas Eléctricas Estatales (CDEEE), composición estructural administrativa que aún rige el escenario gerencial de esta entidad.

En aquella ocasión eran tantas las quejas que se recogían desde la ciudadanía por las constantes olas de apagones en que vivía sumido el país, que el presidente Balaguer encabezó una estela de transformaciones en el sector eléctrico, en donde además de jefe del Estado, hubo de embalarse como presidente de la CDE, lo que equivaldría a que sería él quien personalmente ejecutaría todo lo que fuera necesario para lograr sacar del estado de envilecimiento en el que habían enfrascado los actores del sistema al sector eléctrico nacional.

El actual presidente de la República, Dr. Leonel Fernández, a sabiendas de la importancia que reviste este recurso para el desarrollo nacional, asumió como uno de los principales retos de su obra de gobierno, la solución de la crisis energética, y en su discurso de juramentación en el año 2008, anunció y proclamó ante el Congreso Nacional, la solución definitiva a este mal que coarta el crecimiento económico de la sociedad, fijando para el año 2012, la fecha en la que debería quedar resuelta definitivamente la problemática energética del país.

Los administradores de la hoy Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas Estatales (CDEEE) durante los gobiernos del Dr. Leonel Fernández, no han sido capaces de darle la solución a la que se aspirada en el sector eléctrico, lo que conllevó se realizaran cambios importantes en su dirección, por lo que el presidente Fernández se vio compelido a acudir a otros ciertos remedios, ello lo condujo a tomar la decisión de auxiliarse del sector privado y allí requerir al gerente que se encargara de enfrentar con carácter más decidido esta problemática.

De tal manera recayó en la persona del Licenciado Celso Marranzini, la obligación asignada, y en tal virtud fue nombrado como vicepresidente del Consejo de Directores de la CDEEE, evidenciándose que desde el gobierno había clara intención de despolitizar al menos en las áreas de ejecución administrativa, la dirección de la Corporación de Empresas Eléctricas Estatales (CDEEE), un paso este que cobró gran importancia, ya que desde el sector privado, que es el que representa su actual titular, se estarían considerando y disponiendo de todas las medidas y propuestas que este entiende deben ponerse en práctica para la mejoría del sector eléctrico.

No obstante, la crisis de la CDEEE ha seguido agravándose, siendo diversas las causas que la producen, tales como los fraudes constantes de energía, de ricos y pobres, los que provocan pérdidas de millones de dólares al Estado, la existencia de contratos que desdeñan el patrimonio de esta institución y del país, así como por la operatividad bajo un sistema de producción y distribución de energía totalmente obsoleta, así como la existencia de grupos de inescrupulosos que han operado desde su interior contrario a todo interés de esta institución.

La manera en que se han manejado ciertos temas vividos por la Corporación de Empresas Eléctricas Estatales (CDEEE), tales como los referentes a la HidroQuebec, Cogentric, Autopista Eléctrica, Acuerdo de Madrid, Unión Fenosa, entre otros episodios lacrimosos, han arrojado a esta institución al descrédito absoluto, recayendo, adicionalmente en cuantiosas perdidas económicas y de credibilidad tanto nacional como internacionalmente.

Esta entidad debe abocarse a identificar nuevos métodos de producción de energía, que resulten menos costosos, integrarse al sistema de manera más eficiente, con la colocación e instalación de redes soterradas y redes inteligentes, así como la telemedición que haga más sincera la lectura del consumo, y desde luego vislumbrar una relación más coherentes y mejor definida para con los clientes.

El ingenio humano de nuestros técnicos especializados debe ponerse en práctica para experimentar nuevos métodos de producción del rubro energético, de manera que se promuevan energías alternativas, tales como la que resultan de los gases producidos en los centros de tratamientos de la basura, la que se obtiene de los bagazos de la caña del azúcar, la solar, la eólica, aplicar las tecnologías que hagan beneficiosa para el consumo la energía que se obtiene desde las olas del mar.

Es conocido que los países que han tomado en serio la solución del problema, lo han hecho construyendo terminales nucleares de producción de energía, etc.

No se puede hablar de una mejoría del sector sin antes adentrarse a una valiente decisión que obligue a la modificación de los contratos que la atan a las empresas generadores de energía, contratos que son contrarios al interés nacional, tales como aquellos en los que existen cláusulas que expresan la obligación de pagar el costo de la energía por capacidad instalada y no por energía servida; estos contratos recordamos comenzaron a ser acordados bajo el gobierno del Doctor Joaquín Balaguer. Deben enfrentarse con firmeza los intereses que hasta la fecha se han estacionado alrededor de este sector para impedir su desarrollo.

Los protagonistas que han influidos de manera decidida en los últimos treinta años en la dirección de la CDEEE, son los verdaderos responsables del deterioro que adolece el sector.

Recientemente el martes 28 de noviembre del 2010, en el Hotel el Gran Almirante de Santiago, uno de los lideres empresariales emergentes con mayores éxitos acumulados en los últimos años en el país, el ingeniero Manuel Estrella, fue el orador principal en ocasión del cumpleaños número 25 de la Asociación de Industriales de la Región Norte (AIREN), donde éste disertó señalando que: “en el orden de importancia a la energía se le atribuye ser la causa fundamental de la sombras que opacan las luces del desarrollo nacional”.

Frente a este reclamo social, el presidente de la República, el Dr. Leonel Fernández, quien ha podido acumular una destacada capacidad gerencial estatal por sus dos periodos y medio de gobierno y además por su extraordinaria visión de futuro, debe enfocarse con mayor seriedad en esta problemática nacional, quien de no lograr las metas de solución pronosticadas, cuyas expectativas se crearon desde el mismo Congreso Nacional en el año 2008, verá como las consecuencias de no haberlo logrado, recaerá exclusivamente sobre su obra de gobierno.


Salomón Ureña Beltre.
Abogado.
salomonbeltre@me.com

El Aumento de la Tarifa del Servicio de la Energía Eléctrica

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Las flamantes nuevas autoridades de las Empresas Distribuidoras de Electricidad (Edes), no se hicieron esperar, tan pronto se posicionaron en sus cargos, le brindaron una agria bienvenida a la ciudadanía tras anunciar un insólito aumento en la tarifa de la energía eléctrica.

Sin que este servicio haya expresado ningún tipo de mejoría, y sin haberse programado una modificación a la actual estructura del sistema eléctrico, una vez más nos toma por sorpresa, en esta ocasión por los medios de comunicación, la noticia que reza sobre el incremento de hasta un once por ciento en el importe tarifario.

No sabemos hasta donde seguirán estirando la paciencia de la ciudadanía este embrujo de empresas, gobernadas hoy día en su mayoría, tanto los productores como las transmisoras, por un cuerpo de gerentes extranjeros que se perciben en la conciencia ciudadana como verdaderos instrumentos del mal.

Las autoridades competentes no rinden las explicaciones correspondientes sobre las motivaciones que las lleven a aceptar estos presupuestos de aumentos tarifarios. Esta indiferencia causa que la ciudadanía se haga de sus propias ideas fruto de indicios especulativos, sintiéndose redobles malestares, por las indiferencias patrocinadas desde el litoral oficial.

La ciudadanía se desespera al estar además desprovista de los estudios que han debido realizarse que revelen los impactos que generan los constantes pero siempre imprevistos e inaceptables aumentos que oprimen y desvirtúan la economía de todos.

Este accionar a que nos tienen acostumbrados los entes que integran al sector eléctrico, crea desesperación e incertidumbre en toda la población, desvirtúa los esfuerzos que prenden desde otros litorales estatales en procura de lograr algún mejoramiento en la inversión, tanto nacional como extranjera, y ni hablar del aliciente que para la inestabilidad social causa este hecho, todo esto se traduce en una franca falta de seguridad jurídica, que la sociedad nacional no tiene porque seguir tolerando.

Los reportes que tenemos sobre cómo funcionaba la otrora prestadora de servicio de electricidad desde su fundación, hasta no más allá de la desaparición física de Rafael Leonidas Trujillo, son menos azarosos que los que experimentamos todos los dominicanos al día de hoy.

La ciudadanía ha perdido toda esperanza, y frente al gobierno de turno proliferan todo tipo de insinuaciones, imputándole a éste no haber tomado con la seriedad y responsabilidad debida el asunto que acosa tanto malestar a toda la comunidad. Hoy los lamentos se despliegan por doquier al no haberse desafiado hasta las últimas consecuencias los intentos de reformar al sector eléctrico que se promovieron durante el primer período de gobierno del presidente Doctor Leonel Fernández.

Estos incrementos que afectan por igual a las clases más pudientes como a los más desfavorecidos, no se sustentan en una mejoría en el servicio, ni siquiera en ocasión de haberse nombrado a su actual incumbente, el muy criticado Licenciado Celso Marranzini, a quien los usuarios del sistema energético solo le pueden reconocer al día de hoy, haber hecho importantes recortes en la empleomanía de la muy rica pero mal vista institución.

La colectividad no ha percibido respuestas que traduzcan en palpable mejoría la prestación del servicio eléctrico bajo la gestión del Licenciado Celso Marranzini, y si, esta siente que ha habido innumerables, reiterados e injustificados aumentos en los costos del servicio que escasamente se brinda, mientras este funcionario en entrevistas públicas ha reiterado que la nuestra sigue siendo una energía relativamente barata.

Se necesita que las autoridades se empoderen de una franca determinación para afrontar decididamente esta problemática, pero ya no más con medidas que se tomen para maquillar momentánea y circunstancialmente el escenario como ocurrió en el año 1990 cuando desde las instancias del gobierno del Dr. Joaquín Balaguer se decidió desarticular al Sindicato de Trabajadores de la Corporación Dominicana de Electricidad (SITRACODE), aquel a quien se le endilgaba tener tal exceso de influencia en su seno, que generaba según el gobierno de entonces, las causas de su deterioro operativo y administrativo; y ni mencionar el apabullante fracaso del proceso de capitalización que incluyó al sector eléctrico en el año 1997, suponiendo ambos procesos que tendríamos mejorías ostensibles, sin embargo todos nos quedamos como perico en la estaca.

Luego de aquellos amagos, hemos visto como se ha producido el decaimiento paulatino del sistema, el sector eléctrico no ha hecho más que tragarse todos nuestros escasos recursos económicos, sin que haya habido muestra de mejoría, todo lo contrario este se ha empeorado hasta lo irresistible, mientras los dominicanos seguimos sufriendo este descomunal malestar, el cual se expresa tanto por la miseria del servicio brindado así como por la constancia de los injustificados aumentos de la tarifa eléctrica.

El país no resiste mayores cargas de la tarifa eléctrica, es mucho lo que se afecta la economía domestica de la nación. 


Salomón Ureña Beltre.
Abogado.
salomonbeltre@me.com