Héctor Valdez Albizu, Tasa Cambiaria, Economía Nacional y Pepín Corripio. (2-2)

Las afirmaciones del gobernador del Banco Central, han creado gran irritación en la colectividad, debido a que no son pocos los dominicanos, a los cuales se les ha cambiado su ritmo de vida producto del desajuste de su presupuesto como consecuencia de la crisis económica mundial. No entendemos si este es un factor que no afecta el perfil del gobierno dominicano por cuanto no ha sido por su causa que se ha generado dicha crisis, porque no reconocer sus funcionarios los agravios económicos acaecidos a la economía de los dominicanos.

Solo para que quede consagrado para la historia, el Gobierno Nacional ha logrado sortear la crisis hasta los niveles que hemos experimentados los dominicanos, fruto del abastecimiento de recursos frescos que le han sido facilitados a titulo de financiamiento por organismos internacionales, con lo que se ha generado una ola de endeudamientos a niveles nunca antes vistos en nuestra economía, lo que implica haberse empeñado para las futuras generaciones, todo el fuero de independencia económica que debe tener todo individuo, toda familia, toda sociedad.

Para el caso de haberlo olvidado, recordemos como desde finales del siglo XVIII, nuestra economía, incluyendo nuestras aduanas, debieron ser sometidas a la administración de Estados acreedores, tales como Inglaterra y los propios Estados Unidos, con los empréstitos tomados a la Improvetment y toda la suerte de cosas desagradables que nos trajeron a los dominicanos.

No está muy lejos el momento en que la comunidad nacional no pueda hacerle frente a tantos compromisos de deudas, lo que habrá de desembocar inexcusablemente en altercados y manifestaciones sociales de consecuencias insospechadas.

Tales procesos puedan que no sean necesariamente pacíficos y pidámosle al Creador que los mismos no se lleven de encuentro tantas cabezas como las que han propiciado los descalabros y desconfianzas que hoy nos afectan.

El criterio con que ha estado siendo manejada nuestra macroeconomía no ha hecho más que postergar nuestras pesadumbres. Los recursos económicos aun siendo escasos entre nosotros, se siguen manejando con cierta fruición, con cierto encantamiento, con destacado e inverosímil desdén. 

El no tener en la mira los mecanismos idóneos para aplicarlos al aumento sostenible de los medios de producción, hace que nuestro futuro inmediato sea más incierto cada días más.

Verbigracia, durante esta misma semana, el destacado empresario dominicano José Luis Corripio Estrada (Pepín) pronunció una charla en la Universidad Católica Madre y Maestra, Recinto Santo Tomás de Aquino, donde entre otros temas abordó el referente a la cautela que ha de tener todo emprendedor en asumir compromisos crediticios.

“Tener recursos frescos a disposición es una gran ventaja y también se corren grandes riesgos tras un uso inadecuado de los recursos obtenidos bajo la modalidad de financiamiento”.

Sirvan estas instrucciones del señor Pepín Corripio a quienes dirigen la política económica del Estado Dominicano, el que no escapa a la triste realidad de no saber manejar con criterio restrictivo el uso de los recursos disponibles. Como muestra, solo en las últimas cuatro semanas, el Congreso Nacional ha aprobado préstamos que comprometen nuestras arcas, por sumas mayores a los mil millones de dólares de los Estados Unidos de Norteamérica.

Sepa el Licenciado Héctor Valdez Albizu que no solo con estabilidad cambiaria se ha liberado a los nacionales dominicanos de padecer las consecuencias de la grave crisis mundial, este es apena una de las puntas del iceberg, son muchos más los factores que han debido ser tomados en cuenta para la erradicación de los males que nos afectan, acentuados estos por la crisis generalizadas que nos ha venido a cuesta.

Evitemos entre nosotros la creación de movimientos que exijan el cumplimiento más exhaustivo de los mecanismos de uso racional de nuestros recursos, como los que se han estado gestando internacionalmente, los que encabezados fundamentalmente por jóvenes que reclaman sanciones a los financistas que se han quedado con todo el dinero de los ahorrantes e inversores; así como la creación y aplicación de políticas claras en la administración de los recursos tanto públicos como privados, porque los mismos podrían descollar luego en situaciones que todos podríamos estar lamentando.

Es mucha la irritación que existe en la clase trabajadora y en la clase media nuestra, para encima de todo esto se estén haciendo afirmaciones que como afrenta se increpe que nuestro país goza de buena salud económica. Revise sus comentarios, Licendiado Héctor Valdez Albizu.

Salomón Ureña  B e l t r e.

Abogado.

salomonbeltre@gmail.com