De Yeni Berenice Reynoso a Margarita Cristo Cristo.

Posteado el // Comentar
1-2
Los actores principales del ala media del ministerio público y del Poder Judicial, representados por Yeni Berenice Reynoso, y la jueza Margarita Cristo, están involucrados en una conflagración mediática tras la cual, en aras de mantener sus respectivas principalías, se han desbordado, desnudando sus partes intimas, exponiendo sin rubor sus pudendas, hasta el extremo que no han previsto las derivaciones futuras de sus incalificables desenfrenos.

Ni una ni otra han medido las repercusiones que traerán en el futuro inmediato sus rivalidades llevadas hasta la opinión pública, cuyo proceder polvorienta la administración de justicia, afectando la poca credibilidad que le resta a las instituciones que una y otra representan.

Causa extrañeza que ministerio público y jueces creen disputa en los casos que entre ellos ventilan, cuando lo normal es que coexista un maridaje en sus actuaciones, lo que se resalta con la flexibilidad con que se manejan los rigurosos trámites procesales que entre ellos son necesarios, máxime en ocasión de los pedimentos que son requeridos por los encargados de la investigación de las causas que cursan por ante los tribunales en materia penal, de los que ellos son los principales ejes direccionales.

Resuena que el conyugio se ha roto producto de lo trascendental del caso del que ambas protagonistas están facultadas instruir, esto es, las querellas por lavados de activos y corrupción interpuestas contra el ex titular del Ministerio de Obras Públicas, el ingeniero Víctor Díaz Rúa.


Habiéndose iniciado el obligado proceso investigativo -fase oficiosa- contra Víctor Díaz Rúa y compartes, el ministerio público ha adoptado ciertas medidas que han afectado directamente el patrimonio de los encartados en el proceso, tales como embargos de sus bienes y de sumas multimillonarias, localmente, y en el extranjero, lo que naturalmente ha provocado que los imputados, a través de sus abogados, atiben estrategias procesales a través de las cuales puedan alcanzar, además del entorpecimiento de las medidas cautelares impuestas, provocar también el archivo definitivo de los expedientes que los encausan, de manera no pueda siquiera instruirse, para que se conozca sobre si los bienes públicos que se dicen distraídos, fueron o no objeto de los ilícitos imputados.

Como consecuencia de sus pesquisas, la fiscal Yeni Berenice Reynoso, al entenderlo pertinente, ha tramitado la imposición de las medidas indicadas, cosa esta que ha alarmado no solo a los afectados directos, además de sus abogados, cuanto más a la sociedad misma, toda vez que se sugiere con dichas medidas, que pueden existir pertinencia en los méritos de las querellas patrocinadas contra el ex funcionario.

Los abogados de los encartados, sabedores al dedillo de la mejor técnica forense y de su discurso, justificados en lo que llaman una flagrante violación del derecho a defenderse que constitucionalmente les está garantizado a sus patrocinados, han reaccionado de manera contundente, tramitando instancias que contienen demanda en solicitud de nulidad de la fase oficiosa instruida por la titular de la fiscalía del Distrito Nacional, porque ésta no ha informado oportunamente de los hechos y de las querellas que cursan contra sus asistidos.

Una estrategia inicialmente elaborada con la intención de sanear el rumbo de un proceso, con la finalidad inclusive de detenerlo por siempre, ha devenido en la desventura de una jueza a que a su decir, podía decidir a su favor la recusación que en su contra hubo de instanciar el ministerio público, a partir de tan impertinente reacción, le ha salpicado su moral, hasta el extremo que de todos los agentes involucrados en este proceso, es quien ha llevado, y sin lugar a dudas será quien se lleve en todo su derrotero, la peor parte.

A partir de este episodio, poca será la autoridad que le quedará a Margarita Cristo Cristo para continuar el ejercicio bajo el manto de respeto e integridad que se le supone debe adornar a todo juez, no es ni idónea, pero tampoco proba, a los ojos del sistema de justicia.

Este preludio del caso de Víctor Díaz Rúa, marca la suerte de la jueza Margarita Cristo Cristo definiéndola como una víctima del sistema de administración de justicia en nuestro país. Su probidad quedará irremediablemente cuestionada por siempre.

Si en verdad existía discrepancia personales entre estás dos combatientes, habrá que decir que Yeni Berenice Reynoso, en este primer round, le lleva la de ganar a su oponente, toda vez que al jugársela como se la jugó, logró poner entredicho la dignidad de una jueza que no supo reaccionar como debía en ocasión de que en su contra se instanciara la recusación que precedió todo este escarceo, la que debió, ipso facto, admitir, o a lo sumo, dejar que fuera la Corte de Apelación, como ordena la ley, la que decidiera sobre su procedencia.

En ocasión de este pleito, la magistrada Cristo Cristo ha elevado una querella por supuesto ultraje y violencia verbal contra la magistrada Yeni Berenice Reynoso a la que el Procurador General de la República, Dr. Francisco Domínguez Brito, se ha adelantado en calificar como con falta de méritos para su encausamiento; y nosotros nos preguntamos: ¿No habría sido mejor para Cristo Cristo, interponer acciones legales en daños y perjuicios contra la pupila santiaguera, por haberle destruido su vida profesional como jueza de la que hasta la fecha tiene ya 25 años de ejercicio?.


Salomón Ureña B E L T R E.
Abogado – Notario.
Wamcho’s father.

809-353-5353

0 comments:

Publicar un comentario