Más Cargas Tributarias Para la Clase Media.

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Más Cargas Tributaria Para la Clase Media.


El gobierno encabezado por el Dr. Leonel Fernández Reyna, acaba de introducir por ante el Senado de la República, un nuevo paquete fiscal con el cual procura conjurar el difícil público que viene arrastrando las arcas del Estado, por lo que muchos avezados economistas llaman una mala aplicación de la política económica de su actual gestión.

Muchos asumen que el gasto desenfrenado del gobierno y su aplicación en cuestiones pocos trascendentales, es lo que más daño le ha estado haciendo a la economía dominicana durante los últimos años.

En esta ocasión se pretenden aumentar las cargas tributarias que pesan sobre los activos financieros, lo que redundará en un sensible aumento en estos tipos de servicios que brinda la banca. De la misma manera se prevé la aplicación de nuevos arbitrios a la televisión por cable, entre otros.

Como ya es costumbre, las desbordadas ambiciones de recaudación del Poder Ejecutivo apuntan contra la ya muy oprimida clase media que es la que mayormente asume la contribución de los altísimos montos que exige nuestro presupuesto.

Adicional, y como coronamiento a las apetencias del gobierno central, ya este había autorizado hace apenas una semana, un aumento de un ocho por ciento en la factura eléctrica. Ante tales desquicios, quién le pone el cascabel al gato?

Otras obligaciones tributarias que hubo solicitado el gobierno presidido por el Dr. Leonel Fernández Reyna, para que sean aprobadas con urgencia por el Congreso Nacional, sumiso a las apetencias del Poder Ejecutivo, fue la friolera suma de quinientos millones de dólares, supuestamente para pagar compromisos que mantiene el Estado con sus suplidores. Se espera que en los próximos días sea aprobado un nuevo empréstito por la suma de doscientos cincuenta millones de euros, los que habrán de ser destinados para la terminación de la segunda línea del Metro de Santo Domingo.

Hasta este momento se estima que el actual gobierno ha más que duplicado la deuda pública nacional, se ha comprometido a saldar astronómicas sumas con entidades nacionales y extranjeras, sobrepasando los limites de la capacidad de pago con los que cuentan las arcas nacionales. A esta razón obedece el desesperado paquete fiscal introducido con tanta urgencia ante las Cámaras Legislativas.

La clase media está consciente de que todas estos gravámenes a más de repercutir de manera muy sensible en el precario presupuesto con que debe afrontar sus muy abultados gastos y obligaciones,  deberá a corto plazo apretarse aun más los pantalones, porque es a ella a quien le asignarán las cargas del pago de estos empréstitos dentro de muy corto plazo.

Mientras tanto los técnicos económicos del gobierno asumen que la presión tributaria nuestra tolera mayores aumentos, debido a que esta se encuentra por debajo de los índices comparativos con varios otros países de la región y de ciertas naciones de Hispanoamérica, en las que la presión tributaria ronda el dieciocho punto trece por ciento y la de Europa que equivale a un treinta y tres por ciento promedio, sin percibir que nuestra realidad es muy distinta a aquellos países. Los tecnócratas no reparan que tanto se aprieta la tuerca que hasta se puede correr la rosca.
El gobierno debe entender que su reinado de administrar la cosa pública de espalda a los intereses de las mayorías habrá de terminar con grandes consecuencias negativas para el sistema de partidos políticos sobre el cual se sustenta.

Ciertamente nuestra clase media aun no despierta, con cierto manto de pavor aguarda tranquilamente, algo despistada, cree el gobierno. No obstante, mucha sorpresa es la que se puede llevar, cuando haya un despertar de este vertiginoso ente social  tras lo cual comience a exigir  el cumplimiento más efectivo de la política económica del país.

Es hora de que la clase gobernante comience hacerse consciente de la necesidad de los cambios que deben hacerse en el ejercicio del poder. La sociedad camina firmemente hacia senderos de progresos con los que lograr los anhelados mejoramientos en los niveles de vida que se aspiran tener, y para alcanzarlos tendrá que haber cambios cruciales.

Ante lo sombrío de nuestra realidad económica y tras el pretendido aumento a todas luces alarmante de la presión tributaria a la que quiere someter el gobierno a la colectividad nacional, muchos dominicanos esperamos algún tipo de mejoría tras el cambio de autoridades que habrá de experimentarse a partir de agosto del año dos mil doce.

Salomon Ureña Beltre.
Abogado.
salomonbeltre@gmail.com
809 353 5353
809 381 4353

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