Improvisación y Endeudamiento: El Legado Incierto del Gobierno de Abinader

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El presidente Luís Abinader llegó al poder prometiendo un cambio basado en la eficiencia y un uso racional de los recursos. Aseguró que no habría necesidad de nuevos impuestos, que no se requeriría una reforma tributaria, y que la mejora en la recaudación de los tributos existentes sería suficiente. Todo esto sonaba razonable, incluso atractivo, para una ciudadanía harta de gobiernos ineficaces. Sin embargo, la realidad de su mandato ha demostrado que estas promesas eran, en el mejor de los casos, una ilusión, y en el peor, un engaño.


Desde su primer mandato, se escuchaban rumores sobre su intención de someter un anteproyecto de ley que ampliara la base del impuesto a la transferencia de bienes industrializados y servicios (ITBIS) y lo transformara en un IVA, con el objetivo de aumentar la base imponible y en tantos casos la tasa tributaria. Pero claro, se contuvo. ¿Por qué? Porque ya estaba proyectando su reelección y no podía arriesgarse a provocar un malestar que le costara su permanencia en el poder. Sin embargo, la pregunta que surge es: ¿por qué presentar un anteproyecto tan mal preparado, sin el debido consenso social y económico, que terminó en el basurero legislativo? Esto no es más que una evidencia de la improvisación que reina en el Palacio Nacional.


El colapso de este proyecto fiscal era predecible para cualquiera con un mínimo de conocimiento sobre la realidad política y económica del país. Aún así, el gobierno cometió el error de enfrentarse a sectores influyentes, pretendiendo gravar incluso la canasta básica. Esta estrategia no solo estaba destinada al fracaso, sino que también amenazaba con llevar al país al borde de un estallido social. Es alarmante que el mismo gobierno que prometió no crear más impuestos sea ahora el que busca maneras desesperadas de aumentar la presión fiscal sobre la clase trabajadora y los más vulnerables.


Lo peor de todo es que, a pesar de la derrota con el proyecto de ley, el presidente Abinader no ha aprendido la lección. Apenas días después de retirar la propuesta, logró la aprobación de un préstamo de 625 millones de dólares para “enfrentar apagones eléctricos y el cambio climático.” Esta es la política de un gobierno que ha comprometido a las futuras generaciones con una deuda insostenible, mientras no ofrece soluciones reales a los problemas estructurales que aquejan al país.


Señor presidente, usted se comprometió a una política de austeridad, a mejorar la vida de los dominicanos más necesitados sin recurrir a nuevas cargas fiscales. Ahora nos encontramos con un gobierno que improvisa, que se enfrenta a sectores que no puede controlar, y que compromete el futuro del país con préstamos que no parecen destinados a mejorar la calidad de vida de los ciudadanos. La realidad es que su presidencia está marcada por la ineptitud y el incumplimiento de promesas. Si quiere dejar un legado positivo, es hora de que comience a “escuchar” realmente al pueblo y actúe en consecuencia. Solo así podrá aspirar a ser recordado como algo más que una decepción política.



Salomón Ureña Beltre

Abogado

By SANOTHE

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